lunes, 19 de diciembre de 2011

Sobre Abraham, Caín y algunos falsos profetas

Lectura recomendada antes de leer este tocho.

Mi envenenamiento ha ido in crescendo en la última semana, hasta explotar en forma de insomnio dominical y verborrea incontenible en plena madrugada, ante lo cual no pude evitar agarrar el portátil y liarme a escribir. Sí, pensaba, cómo no, en Jaime Alguersuari, Toro Rosso, HRT y la prensa española.

No estoy aquí para engañar a nadie. No tengo dotes de adivino, ni manejo información privilegiada. Metí la pata con Romain Grosjean y dije que no le veía en Lotus la misma semana en la que se confirmó que pilotaría allí en 2012. Y también especulé con que Vergne y Ricciardo corrieran en GP2 minutos antes de que se confirmara su presencia en Toro Rosso la próxima temporada. Así que mi opinión se revela en muchas ocasiones equivocada.

Ahora bien, si leo algo, información pura y dura, no la escondo. Italiaracing adelantó el fichaje de Romain Grosjean por Lotus, y a los diez minutos lancé la buena nueva por Twitter. Y aunque admito y lamento que piqué como un gilipollas ante los falsos profetas que anunciaban que Jaime estaría en Toro Rosso en 2012, también os hice saber por la red social que, por ejemplo, los comentaristas de TF1/Eurosport Francia veían tanto a Buemi como a Alguersuari fuera de STR en 2012, o que mientras desde España se le postulaba como sustituto de Webber (antes de conocerse su renovación), en el extranjero sólo le colocaban en un asiento en Hispania Racing (cuando aún se dejaban llamar “Hispania Racing”, por supuesto).

Eso no es mérito mío, ojo, que yo soy un aficionado con un ordenador, como vosotros, y que como véis, mete la pata tanto como acierta: la información está ahí, y a buen seguro que algunos podrían seleccionarla mejor que yo. Además, me sirve para recordarme una vez más (soy muy tonto, de verdad) de quién debo fiarme y de quién no.

Por ello no puedo evitar reirme y cabrearme a partes iguales al ver cómo los mismos que anunciaban a bombo y platillo la continuidad de Jaime en Toro Rosso ahora le colocan en HRT, a modo de presión sobre Thesan (ruegos incluidos), como el malote del patio que tras mandar al quinto pino su pelota intenta quitarle con malos modos a otro la suya. Casi tanto como cuando leo que aparecen “fuentes misteriosas” para sacar a relucir los trapos sucios de Toro Rosso, y de paso enmierdar un poco a Ricciardo y Vergne. Total, en el fondo todo es Red Bull, y todo lo que sea criticar a Red Bull ahora está tan bien visto como lo era criticar a Ferrari hasta hace tres años...

Todos conocéis mi opinión sobre este affaire, pero lo voy a dejar aquí bien plasmado y expuesto. Grabado, para que así nadie me pueda acusar de chaquetismo, y que si alguien me quiere poner en una lista negra, que al menos lo haga con razón:

- Jaime no superó claramente a Buemi. Que sí, que le dio los mejores resultados a Toro Rosso. Y sí, superó a Buemi en la clasificación. Pero si nos olvidamos de que el equipo le hizo perder al suizo dos oportunidades clarísimas de puntuar por delante de Jaime (Japón y Abu Dabi), la película queda muy incompleta. Sí, ya sé que recordaréis la salida de Spa... No tengo una bola de cristal, pero desde luego hay que tener mucha fe para creerse que Toro Rosso mantendría el tipo en pista seca el domingo tras su buen nivel en condiciones mixtas el sábado, y más conociéndose el lío de cámbers que hubo aquel fin de semana.

- Jaime no tiene un mayor bagaje técnico que Buemi. Esta afirmación es quizá demasiado rotunda para algo que sólo conocemos de oídas. Pero la aprovecho para recordar que no todo en F1 son resultados y velocidad pura (aunque Buemi ganó la partida en calificación). Tardó medio año en entender los Pirelli, y aunque superar esos problemas tiene un mérito tremendo, sigue siendo un gran hándicap que crea dudas sobre sus capacidades de desarrollo en un corto espacio de tiempo como es el de la actual pretemporada. Entre eso y Webber, Red Bull siempre se quedará con la experiencia del australiano, que la velocidad ya la pone Vettel...

- Jaime no ha hecho un gran año. Basta, por favor. Las opiniones son como los culos. James Allen le pone en su Top 5, pues genial, pero no es algo como para llenar páginas de periódicos. También se saca pecho por la rueda de prensa en la que Whitmarsh, Brawn y Domenicali alabaron a Alguersuari... ¿Qué pretendéis que digan de un piloto que no es de su equipo en una rueda de prensa oficial de la FIA? Luego hace Autosport su encuesta entre Team Managers, y no está en su Top Ten, pero eso no compensa decirlo. La primera mitad de año pesa como una losa, por muy fácil que sea quedarse con sus últimas carreras, y aunque tenga su edad o menos, tras dos años y medio en F1, comparar los resultados de Jaime con los de los novatos Sergio Pérez y Paul di Resta no le supone ningún favor.

- No son ningunos novatos. Un cuarto año en Toro Rosso era excesivo, estaba claro. Algunos reprochan a Red Bull su tardía decisión “si tan claro lo tenían”. Es que no tenían por qué tenerlo claro. Desprenderte de dos pilotos a los que has amamantado desde jóvenes y que tampoco te han dado grandes motivos de deshonra (como Scott Speed, por ejemplo), no es una decisión fácil, y menos cuando uno de ellos tiene sólo 21 años. Veo normal que se hayan tomado su tiempo, se haya tomado la decisión en Faenza, Milton Keynes o desde Austria.

- Ni Jaime ni Buemi son el nuevo Vettel. Se le ha dicho de todo a Martin Brundle por esta obviedad. Pues estoy totalmente de acuerdo. Personalmente confiaba en que Jaime, por palmarés, pudiera destrozar al piloto suizo. No ha sido así, y me ha dejado bastante frío, sin carreras donde realmente diera un susto. Que sí, que el adelantamiento a Rosberg en Corea estuvo bien, pero hubo truco con los neumáticos, no pareció colocar su coche ahí donde no debía estar. ¿Que el Toro Rosso de Vettel no es el Toro Rosso de 2011? Si habláis de 2008, es cierto. Pero comprobad cómo estaba Toro Rosso en 2007 y lo que hizo “Fingerboy” con aquella basura de coche.

- Decir que Red Bull no quiso que Jaime probara su coche es una chorrada como un piano. Daniel Ricciardo y Jean Eric Vergne se montaron en el RB6 y RB7 porque en los tests de jóvenes pilotos no podían montar a Vettel o Webber, punto pelota. Si Jaime no hubiera debutado precipitadamente en 2009, hubiera podido participar en el primer test para rookies, en Jerez, pero como no fue así, ajo y agua. Pero lo que no iba a hacer Red Bull es, con las jornadas de pretemporada contadas, darle un día el volante del Red Bull al señorito. ¿Estamos tontos o qué?

- “Daniel Ricciardo no brilló en HRT”. ¿Cómo? ¿Pasar de perder seis décimas en calificación con Liuzzi a endosarle medio segundo y ser quien luchaba con los Virgin cuando las averías y los pinchazos lo permitían no es brillante? Insisto: ¿estamos tontos o qué?

- Ricciardo no es “el protegido” de Red Bull. Es probable que a Daniel se le tenga más estima en Red Bull porque tras venir desde Australia y sin tu familia siempre pegada a tí, le debe lealtad a la marca de bebidas energéticas. Una lealtad que Jaime a veces no ha respetado, ya fuera por sus declaraciones sobre su coche o por el incidente en los terceros libres del GP de Corea, cuando Helmut Marko le recriminó, tras quejas de Vettel, que entorpeciera el paso del alemán (y eso que en este caso defiendo al catalán). Por lo demás, Ricciardo no ha recibido un mayor trato preferencial que cualquier otro piloto del Junior Team. El preferido de Milton Keynes para su simulador en 2010 era su compañero en Fórmula Renault 3.5, Brendon Hartley, y a Helmut Marko no le tembló el pulso a la hora de echarle. También Jaime Alguersuari era “el preferido” cuando echaron a Sébastien Bourdais en 2009...

- Vergne no es ninguna hermanita de la caridad. Según Marca (...), Red Bull no quería a Jaime Alguersuari junto a Daniel Ricciardo por no destrozar al australiano. Por eso le ponen al lado al piloto que prácticamente le hizo perder las World Series en 2010, al realizar un mejor final de temporada (cuando llegó sustituyendo a Hartley) y negarse a seguir órdenes de equipo en la última cita del año, el mismo que destrozó todos los récords en Fórmula 3 Británica. Vergne no me parece un piloto para ganar títulos, le falta cabeza, a mi parecer, pero creer que le va a poner las cosas fáciles a Ricciardo, aún teniendo menos experiencia en F1, es demostrar no tener NPI.

- Ricciardo y Vergne no llegan por intereses comerciales. ¿Que ayudan? Claro. Pero Australia no deja de ser un mercado pequeño a escala mundial como para tener dos pilotos en F1 patrocinados por la misma marca. Y en Francia, aunque el Red Bull estuvo prohibido hasta la llegada de Sébastien Bourdais, Vergne no será quien marque diferencias cuando Dietrich Mateschitz ya tiene allí a Sébastien Loeb (el deportista más querido por los franceses, no lo olvidemos) y Sébastien Ogier. Sobre la burrada de que Vergne está ahí para potenciar un GP en París ya ni hablamos: los planes están muertos (por política y ecología) desde 2010 y quien lidera el proyecto del GP de Francia, para Paul Ricard, es Eric Boullier, así que para eso ya está Romain Grosjean... Como dije en Twitter, el único interés comercial que me vale para justificar esto es acelerar la llegada de un ruso (Daniil Kvyat) y un brasileño (Felipe Fraga)... y aún así de por medio está Carlos Sainz Jr.

Y llegados a este punto, toca hablar de salidas para Jaime Alguersuari. Sí, todo el mundo desea que acabe en HRT... ¿“Todo el mundo”? ¿De verdad? Somos un país tremendamente cainita, y la españolización de HRT emprendida por Thesan está llegando a un punto en el que se tendrán que pensar muy bien las nuevas incorporaciones, dadas las más que conocidas luchas internas que hay en nuestro automovilismo.

Hablemos más o menos a las claras: con Pedro de la Rosa a bordo, si el segundo piloto es extranjero, mejor. Aunque sea todo un gentleman, Pedro quiere ser al fín protagonista, retirarse de protagonista, y en esa ecuación no entra otro piloto español e incluso intuyo que hará todo lo posible por evitarlo, aunque ponga buena cara ante medios y aficionados. Por otra parte, ahí está Luis Pérez Sala, que tuvo a Jaime en el programa Joves Pilots, e intentará ayudarle. Pero del mismo modo que hay amistad con los Alguersuari, también hay ciertas rencillas entre el entorno (siempre el entorno) de Jaime y algunos integrantes importantes de HRT: la mentalidad cainita española.

Al final, Thesan deberá sopesar todas las opciones, y por ello es comprensible que se den tiempo (no les ha ido mal a la vista de cómo está el mercado de fichajes). Aún con dinero de por medio, si Thesan no actúa con mano izquierda aquello se puede convertir en un auténtico polvorín. Como aficionado y estudiante de periodismo, me froto las manos sólo de pensarlo. Como fan de HRT, la verdad es que me apenaría que desandaran todo lo andado (aunque añore el aspecto amateur y guerrillero que había con Hispania).

Me jode porque hace unas semanas planteé por Twitter que Jaime debía salir de Toro Rosso antes de que le echaran, aprovechar que aún quedaban huecos muy interesantes en parrilla (aún no se conocían los asientos en Lotus, Trulli está en la cuerda floja en Caterham, etc...), y de aquella aún se me decía que como en Toro Rosso, en ningún sitio... Sinceramente creo que Jaime tiene su sitio en F1, pero debe aprovechar este revés para reordenar su vida y volver más fuerte que nunca. Eso no se mide en notas de prensa. Y Dios aún está a tiempo de pararle los pies a Abraham.
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domingo, 11 de diciembre de 2011

Sobre una noche en las carreras (eléctricas)

(Sutton, perdóname por robarte esta foto)

Sí, aunque no lo parezca por el aspecto de este blog, todo lo contrario que el de mi Twitter, estoy vivo. Entre clases, días sin electricidad y días de depresión, no había sacado hueco, ni interés siendo sincero, para escribir un post decente por aquí. Pero bueno, ahí está el automovilismo siempre para levantarme el ánimo, y si la semana pasada me acerqué a la Boutique oficial del ACO en París para comprar algunas cositas de las 24h de Le Mans (anuario oficial de 1982 por 15€ incluido), este fin de semana tocaba acercarse a Bercy para la vuelta, tras una década, del Karting Indoor de Paris-Bercy.

Oficialmente se llama ahora ERDF Masters Kart, y el nombre tiene más importancia de la que parece, porque corrían con karts eléctricos desarrollados por Sodikart, y ello posibilitó el apoyo de varios patrocinadores que difícilmente se hubieran acercado al automovilismo de no ser por esta curiosidad (ERDF es el monopolio de la red eléctrica en Francia). Así que bienvenidos sean los coches eléctricos a nuestro deporte si con ello logramos patrocinadores nuevos, más aún si cabe en tiempos de crisis.

Además, no estaban tan mal de rendimiento. Quien viera el evento por televisión, tendría la impresión de que eran quizá algo lentos, pero las cámaras "se comen" la sensación de velocidad, algo a lo que ayuda además la falta de ruido de motores. Pero rápido, iban un rato: Tristan Vautier y Romain Grosjean se calzaron dos hostias como panes en sus primeras vueltas al circuito y, por la falta de ruido, se podían escuchar perfectamente las fuertes frenadas. Además, me imagino que el peso extra de las baterías aumentaba las inercias, de ahí que pareciera que los pilotos tenían que trabajar aún más para colocar el kart en cada curva.


(El periodista dice que se lo han capado. Y aún así...)

¿Que preferiría ruido y humo? Pues sí, pero la idea no es mala, y en los tres años de contrato que tiene Philippe Streiff con Paris-Bercy estoy seguro de que Sodikart seguirá mejorando el kart. Por eso, no me cabe duda de que la electricidad es el futuro, como mínimo, de estos eventos de post y pretemporada. Si la idea de llevar el automovilismo a las ciudades siempre es interesante por muchas razones (la primera, la cantidad de niños que ven por primera vez una carrera en Indoor. De hecho mi primera prueba de motor fue el Trial Indoor Ciudad de Málaga, cuando aún se celebraba en la Plaza de Toros de La Malagueta), el hecho de usar coches eléctricos permite que los patrocinadores se involucren para dar a conocer sus últimas innovaciones, y que el propio automovilismo muestre su lado más verde (en las pantallas del Palacio se mostraban tráilers del Formulec, por ejemplo, o del Smart eléctrico).

Así que, sí, se sufre al no escuchar ruido de motores (aunque sólo sea por tener que escuchar perfectamente al speaker de turno), pero por lo demás, fue divertido, y no me importaría tener que sacrificar parte de lo que conocemos hoy por automovilismo a cambio de asegurar su futuro. Además, al fin y al cabo mi primer coche fue un todoterreno de Feber... sí, con baterías eléctricas.

En cuanto al aspecto deportivo, empezaré por los Juniors. Faltó Nyck de Vries, que sigue acumulando kilómetros en Fórmula Renault 2.0 (que hay que vender que ganó en su primer año...), pero allí estaban Charles Leclerc (Nicolas Todt), Esteban Ocon (Gravity Academy) o Lance Stroll (Ferrari Driver Academy, lo cual, visto lo visto, es más sinónimo de "bluff" que de calidad). Sin embargo, a todos estos más o menos les conocía, y el que más me sorprendió, probablemente por ignorancia, fue el francés Dorian Boccolacci, también apoyado por Gravity.

No ganó ninguna carrera, pero la exhibición que dio en la segunda, saliendo octavo y colocándose segundo tras apenas una vuelta fue impresionante. De hecho, llegó a liderar la prueba, antes de que Ocon le diera un toque por detrás y le relegara al tercer puesto, para finalmente acabar segundo. En la Final, cometió un pequeño error y acabó tercero tras Leclerc y Ocon, pero sigue siendo una actuación impresionante para un chaval de 13 años (por mucha diferencia de peso que pueda haber)... Me quito el sombrero.

Otro que sorprendió, aunque en este caso entre los "Maestros", fue Olivier Lombard, que se sacó una vuelta increíble para lograr la pole por delante de Sébastien Ogier y el resto del invitados. Vale, no deja de ser un bolo de final de temporada, pero que un chaval de 20 años gane Le Mans en LMP2, y luego sea capaz de estas cosas es como para que se le tenga en cuenta en el futuro. Y pensar que compartía equipo en Fórmula BMW con Juncadella y Nasr y se comía los mocos. Al final va a ser verdad lo de que hay pilotos "de monoplazas", "de resistencia", etc...

De todos modos Lombard se fue diluyendo según avanzó la noche, víctima de lo que siempre ha sido Bercy: en palabras de Sébastien Bourdais, "una carnicería". De hecho, antes de cada semi siempre caía alguien en la vuelta de reconocimiento, incluyendo un toque entre Nicolas Hamilton y Romain Dumas después de que el hermanísimo calentara ruedas sin echar un vistazo por detrás. Otro que tampoco se libró de la carnicería fue Karun Chandhok: accidente en la primera curva de su semi, y toque con Dumas (que aún tendría tiempo de un tercer accidente, con Julien Jousse) y trompo en la salida de la repesca.

Curiosamente, los, a priori, dos grandes protagonistas de la noche pasaron totalmente desapercibidos: Romain Grosjean (que agradeció insistentemente a Total su apoyo...) sólo pudo ser séptimo, y Sébastien Loeb (tras la presentación más patéticamente chovinista que he visto en mi vida, cayendo del cielo en una plataforma donde ondeaban dos banderas tricolores) fue octavo.

Por el contrario, Sébastien Ogier a punto estuvo de aguarle (aún más) la fiesta, pues realizó tanto una calificación como una semifinal brillante, y sólo un toque recibido en la primera vuelta, que descolgó su parachoques trasero, le apartó del podio final, al acabar contra las protecciones... Otra curiosidad fue el pique entre Adrian Sutil y Paul di Resta en la "repesca", dándose toques al más puro estilo "Días de Trueno": ¿se jugaban acaso el puesto en Force India?



El vencedor fue Jules Bianchi, que tras una buena salida y deshacerse de Stéphane Sarrazin en las primeras vueltas, iba dando caza a Jean-Éric Vergne cuando el piloto del Red Bull Junior Team cometió un error y le dio vía libre al de Ferrari, resarciéndose así en cierto modo de la descalificación de la semana pasada en Brasil.

Lo último interesante que ví fueron las entrevistas al final del evento. Bianchi y Vergne son como la noche y el día, un poco como Grosjean (aunque en estos dos años ha progresado mucho) y Pic (el yerno ideal). Mientras que Vergne tiene ya club de fans, allí presentes, y sabía hablar y ser políticamente correcto, cuidando mucho su imagen, Jules parece mucho más ensimismado, y cuando le pusieron el micro delante sólo acertó a decir que "Todo ha estado muy bien... pero faltó ruido". Resumen perfecto, eso sí.
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