lunes, 19 de septiembre de 2011

Sobre fiestas y estudios

(Tenía que pasar la Technoparade por aquí...)

Se acabó el cachondeo: empiezan las clases. Pero antes, hubo tiempo este fin de semana de descubrir un poquito del París más festivo. El sábado, tras toda una mañana encerrado en casa, terminé acercándome con la Vecina I a la Technoparade.

¿Qué es eso? Bueno, es uno más de los tantos y tantos desfiles de música techno que se organizan por toda Europa (aunque el más famoso sea la Love Parade que tan mal acabó el año pasado), y que lleva celebrándose desde hace más de una década en París.


Aunque las actividades empezaban a las 10:30 de la mañana, no salimos hasta las 15:00, bajándonos del Metro en la Bastilla, por donde pasaba ya los camiones de mitad del pelotón, y además estaba todo ya lleno hasta los topes, por lo que decidimos irnos directamente hacia Place d'Italie, final de trayecto de nuestra línea de Metro y donde también debía acabar el desfile.


Tras un buen rato esperando (debían tardar dos horas en hacer kilómetro y medio), al final emergió de la nada una marabunta de gente, la mayor parte de ellos en estado lamentable, todo sea dicho, por si alguien se pensaba que lo de pillarse un buen pedo en la calle es una afición exclusivamente española. Eso sí, aquí lo hacen con mucha más clase: lo hacen sólo tras el permiso de las autoridades, y muchos, botella de Lambrusco (?) o champán (¡!) en mano.


El padrino de la Technoparade de este año era el francés Bob Sinclar, bien acompañado, que abría el desfile pinchando desde el camión Nº1 para así recordar su participación en la primera edición.


El lema de la edición de este año era “Indépen'danse”, como guiño a las revueltas árabes, y por ello Túnez era invitada de honor, con un camión dedicado a algunos DJ de aquel país, además de haber otro de Marruecos, con patrocinio racing incluido.


Por detrás, de todo. Desde un camión de hardcore pasando por delante de una iglesia, como podéis ver arriba, a un camión-jardín o un Mini clásico (hay muchos en París), pasando por delegaciones de distintas discotecas, tanto extranjeras, como locales, o de emisoras de radio, siendo uno de estos últimos uno de los que más gente congregaba.


De todos modos, una de mis mayores sorpresas fue ver este concept de Mercedes por allí. Y en lo que respecta a la decoración, sin duda alguna el más espectacular era el camión patrocinado por HP, totalmente equipado de LEDs y cámaras para grabar a sus numerosos seguidores. No en vano, en él pinchó David Guetta, aunque ¿afortunadamente? al llegar a nuestra altura no era él quien manejaba los platos.


También he de reconocer que me dejó pasmado la resistencia del mobiliario urbano parisino, dada la cantidad de gente que se subía a los semáforos, contenedores y paradas de autobus. Pero no dio tiempo para más fotos. La Technoparade seguía por la noche, con eventos en distintas discotecas, pero el destino curiosamente ya se encargaba de recordarme la que me esperaba (véase foto de portada)...

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Sí, hoy ha sido mi primer día de clase. Tampoco os puedo enseñar mucho, pero juro intentar hacerlo para la próxima, y así ofreceros contenido "exclusivo", ya que no sé si lo sabéis, pero salvo contadas excepciones, difícilmente podréis entrar a La Sorbona si no sois estudiantes o trabajadores.

La verdad es que una vez que entras por primera vez, lo comprendes. Los pasillos no son para tanto. Bueno, los de cualquier edificio histórico, válidos para perderse con facilidad. Pero es llegar al anfiteatro... Sí, porque aquí las clases son en anfiteatros de madera, con murales de época sobre las pizarras. Acojonante, sobre todo cuando uno está acostumbrado a los "edificios inteligentes" (sic) de la UC3M.

Llegaba con un poquito de acojone a clase, y este se incrementó cuando resultó que habían asignado el mismo anfiteatro (Émile Durkheim, uno de los sociólogos que me amargó en mi último curso de instituto) a dos clases distintas. Pero Comercio Internacional en Inglés se llevó la palma, y a partir de ahí la única dificultad fue intentar no perderse entre acentos franceses en inglés. Claro que viniendo de la Opción Bilingüe de la UC3M, aquello suena a gloria bendita.

Además, que un alumno no supiera lo que era el "Estado de Bienestar", suena mal decirlo, me dio la inyección de moral necesaria para no creerme menos que nadie de los que estaban por allí. Luego vendría la clase de Economía del Trabajo, con mucho cálculo y gráfico, pero bueno, eso no es más que cuestión de ponerme a revisar. ¡Al final lo que peor voy a llevar es lo de no tener Wifi en clases de tres horas! ¡Y ojalá sea así...!

2 comentarios:

  1. "Acentos franceses en inglés". Yo he tenido que lidiar con acentos alemanes en inglés, no creo que pueda ser peor.

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