jueves, 22 de abril de 2010

Sobre la "crisis" del AOWR

(Salida de las 500 Millas de Indianápolis en 2008)

Lo primero, excusarme por estos días de ausencia. Desgraciadamente, ni la salud ni la carga de trabajo impuesta por Bolonia (suerte que es mucho trabajo, pero de poca exigencia) me han permitido pasarme por aquí. De hecho, escribo esto con fuerte dolor de cabeza, así que más vale que os guste...

Vuelvo a hablar de Estados Unidos y de la IndyCar, porque esta semana se han publicado las listas de inscritos para las dos próximas citas del campeonato: Kansas y las 500 Millas de Indianápolis.

Lo más curioso de todo es que en teoría el "American Open Wheel Racing" (monoplazas yankees) está en declive tras los años de la escisión y el auge de la NASCAR, pero todos los datos habidos y por haber reflejan un cierto renacimiento, por mucho que los ultrafans consideren que su campeonato va a peor.

Es cierto que hay muchas cosas mejorables, pero 24 monoplazas en las dos primeras citas, 25 en las dos siguientes, 27 en la quinta (Kansas, primer óvalo, dentro de dos semanas) y 40 o más inscritos para las 500 Millas, y sobre todo, qué inscritos, es como para estar contentos. Porque en Indianápolis, salvo Milka Duno y el coche de 3G, todos optan a clasificarse para la carrera (os recomiendo a todos que estéis atentos al Bump Day, que se iniciará tras el GP de Mónaco de F1, uno de los días más excitantes del automovilismo mundial).

Por ahora, 34 pilotos han sido confirmados, y de los seis huecos restantes, dos coches de Dreyer & Reinbold deberían ir a parar a manos de Tomas Scheckter y Ana Beatriz, el tercero de AJ Foyt Enterprises podría pilotarlo Jaques Lazier, AFS se ha inscrito con un coche y podría estar con el piloto de Indy Lights JR Hildebrand, 3G debería volver a hacer el ridículo, aunque en esta ocasión con Richard Antinucci en lugar de Stanton Barrett, y la opción de Oriol Serviá vuelve a ser Rahal Letterman.

El equipo de Bobby Rahal estará aunque sea pagándolo de su bolsillo, puesto que en su Facebook preguntaban a los fans por decoraciones retro que les gustaría volver a ver en Indianápolis, pero que Serviá corra por tercera ocasión en Indianápolis depende de que Graham Rahal encuentre hueco en otro equipo. Por el momento Newman-Haas-Lanigan sólo ha inscrito un monoplaza, pero si encontrasen patrocinio, Graham se marcharía con ellos, y en el equipo de su padre quedaría esa vacante para el catalán.

Pero las IndyCar Series tienen otros problemas. su "fanbase" está cabreada con la gran cantidad de circuitos ruteros, con que cada vez haya más carreras en el extranjero, y con que no haya pilotos estadounidenses luchando por las victorias (a pesar de la excepción vivida este fin de semana con Ryan Hunter-Reay en Long Beach). Sin embargo, la audiencia televisiva comienza a despuntar y han aumentado un 30% con respecto al año pasado. Long Beach obtuvo un 0,65% de share. Ridículo, sí, pero increíble teniendo en cuenta que se retransmite por una cadena de pago muy inaccesible.

Todo ello, corriendo con un monoplaza vetusto, y grandes peleas por quién le sucederá. La opción más inteligente es la del DeltaWing, pero los fans están que trinan, y lo ven aún más feo cada vez que se publica una foto nueva dentro del túnel de viento. Ya veremos lo que ocurre... pero mientras tanto ¡Viva la crisis!

No hay comentarios:

Publicar un comentario